sábado, 5 de febrero de 2011

Y detrás de cada huida estabas tu...

Sin pensarlo, sin saber cómo. Ocurrió. Es como una especie de magnetismo inexplicable.

La magia, el contraste. La iluminación.

Y ahora me tengo que arreglar yo. Y no es difícil. No tiene por qué ser difícil.

No lo es :)