lunes, 31 de enero de 2011

"Era el momento de buscar esa paz terapéutica que sólo se encuentra en soledad"

Por: Elizabeth Gilbert en Comer, Rezar, Amar.

miércoles, 26 de enero de 2011

¡Re-Nuevo!

Julián comprendería que es importante reinventarse de tanto en tanto, y por esa razón, hoy y de la nada, sin premeditarlo, sin consideraciones previas y sin siquiera esperármelo, decidí renovar la cara de sus cuentos.

Se parece a mí. A mí como soy ahora y también un poco a como quiero ser.

Se parece a mi porque es anaranjado. El anaranjado ha sido mi color favorito desde que tengo como 10 años, y lo sigue siendo hasta el sol de hoy. Mi cuarto es anaranjado, y mi alma también. Anaranjados entonces son sus cuentos.

Se parece a lo que quiero ser por la elegancia que transmite. Y eso busco en mi vida. Elegancia. Para todo. Para vestir, para estudiar, para ser abogado, para amar, para soñar y para vivir. Siempre con elegancia.

Así que espero que a Julián le guste la nueva yo. Porque así seré mejor para él.

Para Julián, quién lo inició todo, y para mi; por la necesidad de renovarme,

Disfrútenlo.

jueves, 20 de enero de 2011

Foolish Games

"You took your coat off and stood in the rain,
you're always crazy like that.
And I watched from my window,
always felt I was outside looking in on you.
You're always the mysterious one with
dark eyes and careless hair,
you were fashionably sensitive,
but too cool to care.
You stood in my doorway, with nothing to say,
besides some comment on the weather.

Well in case you failed to notice,
in case you failed to see,
this is my heart bleeding before you,
this is me down on my knees, and...

These foolish games are tearing me apart,
and your thoughtless words are breaking my heart.
You're breaking my heart.

You're always brilliant in the morning,
smoking your cigarettes and talking over coffee.
Your philosophies on art, Baroque moved you,
you loved Mozart; and you'd speak of your loved ones,
as I clumsily strummed my guitar.
Well, excuse me, guess I've mistaken you for somebody else,
somebody who gave a damn,
somebody more like myself.

These foolish games are tearing me apart,
And your thoughtless words are breaking my heart.
You're breaking my heart.

You took your coat off,
Stood in the rain,
You're always crazy like that."
By Jewel

All I want.

"Too many times, I have wondered
What all trying is for?
You come around, I feel so down, I'm gonna drown,
because I know that you've fallen short.

But do you know? It doesn't change,
the way I feel about you at the end of the day.
Because I know,
that all I want is what you got.
All I want is what you got.

And too many times, I have wanted,
to turn around and walk away,
knowing deep inside,
you can't provide what I need from you, anyway.

But do you know? It doesn't change,
the way I feel about you, at the end of the day.
Because I know,
that all I want is what you got.
All I want is what you got.

I tell you that I wanna go, but I wanna stay,
I tell you that I wanna go, but I wanna stay,
I tell you that I wanna go, but I wanna stay,
I wanna stay, I wanna stay, I wanna stay.
But I know I'm gonna lose myself this way.

I wanna stay, I wanna stay, I wanna stay,
but I know I'm gonna lose myself this way.

But do you know? It doesn't change,
the way I feel about you at the end of the day.
'Cause I know,
that all I want is what you got .
All I want is what you got.

But this moment is all I've got.
It's all I've got."
By: Susie Suh

domingo, 16 de enero de 2011

De los distintos tipos de guayabos (Porthos y su aplastadora presencia)

No es la primera vez que Porthos se pasea por las entradas de este blog. Su presencia en mi vida es, hasta el día de hoy sumamente importante.

In English... Just for you.

He was with absolute no doubt, my first love. And the best first love a girl can ever wish for.

He put his world to my feet for me to take it, he wrote to me in Latin, spoke to me in English, and loved me in perfect and flawless Spanish.

He was the kind of love who presented me with "The Little Prince" by his own hand, who waited for 3 hours by my doorstep on my birthday to awe me with the most spectacular surprise, he gave me yellow roses (my ever favorites) every month just because, he sang to me when I was saddest, and he kept me sane when I needed sanity the most.

The attitude, the smile, the way he stared at me, kissed me, fought me and waited for me; was always spectacular. And spectacular as he was, he made me fall in love with him in a way I never knew I was capable of and, truly I was blissfully aware of the intensity of this love. Thankfully.

That awareness intensified on the afterward.

The hole in my chest, as if I was going to fall apart because of his absence, the charade I had to fabricate every day for the sake of my family, the effort put on College test's in order to forget, and the depression caused by the awakening of another day with his image on my mind, was the only reminder that he was, in fact, real. And much more important, the reminder that I could love so deeply, because I could ache and grief even more deeply. As well as capable to also loathe so intensely because that's how I felt for so long... Pure and concentrated loath for the harm he inflicted on me, not so graciously, of course.

And because of him, I still know that I can love like that. And I have not gave up the idea of loving so beautifully again and again.

So thanks a lot.

miércoles, 5 de enero de 2011

Carta abierta a José Antonio (Josean) Torres

Mi primo Josean...

Debo decir que es de las personas más admirables que conozco. Él, Abril y mi Kikis genial. ¡Los amo tanto! Y mi tía Mela, que estoy segura de que los admiro gracias a ella.

Esta carta es para ti, porque claro, contra todo pronóstico, con quien más compartí fue contigo. Y no sabes lo genial que eres a mis ojos.

Me acuerdo de ti todos los días. Todos los días quiero pasar un rato contigo, compartir, tengo ganas de que te quedes dormido mientras vemos la tele y quedarme viéndote un rato largo pensado en lo mucho que te pareces a mi recuerdo de mi tío.

Todos los días pienso en ti (no todos ¿vale?, pero sí con frecuencia, sobretodo cuando estoy triste), y pido porque te des cuenta del lento y estúpido suicidio al que te sometes a diario con el ridículo cigarrillo, y lo mucho que quiero decirte (gritarte) esto en persona y botarte los cigarros por la alcantarilla a ver si me entiendes al fin. Pero ni modo, como soy tu prima y es mi deber de prima, igual te dejaría fumar en mi carro y luego me quejaría porque ahora yo seré la que huele al asqueroso humo.

Me pregunto cómo sería que estuvieses aquí en Caracas y seas mi copiloto y manejemos hasta el fin del mundo y de vuelta y escuchemos la música que nos gusta sin que Alan nos fastidie. Y me cuentes de Lluvia y de lo genial que te sientes con ella. Y yo te cuente de mis cosas y llore y me abraces y me digas que todo va a estar bien.

Porque contigo entiendo qué significa tener un primo genial. Así haya sido por unos 4 días pequeños, han contado como de los mejores de mi vida. Gracias a Alan y a ti, quiero ir a México siempre. Y manejar yo para que ustedes se emborrachen un poco. Y de vez en cuando que manejes tu para que Alan y yo nos emborrachemos un poco más.

Pensé mucho en ti el día de tu cumpleaños porque quería estar allí contigo. Y sólo te pido una cosa. El 7 de junio, mira al cielo y piensa en que quieres estar conmigo porque es el día de mi cumpleaños, y ese día sin duda te voy a echar muchísimo de menos.

Te quiero grandísimo, primo hermoso, buenmozo y guapetón!

Sobre los propósitos de año nuevo y las esperanzas correspondientes...

Aquí estoy... Con una copa de vino al lado y con ganas de abrir mi mente y corazón para la ardua tarea de escribir mis principios de año nuevo.

Es una cosa bastante compleja, dado que estos últimos meses me he limitado a existir y sólo a existir, entonces algo así tan profundo como propósitos me da un poco de dolor de cabeza, pero por Dios, es absolutamente necesario.

Así que aquí les van...

  1. No limitarme a existir. La vida es demasiado buena y está llena de cosas tan hermosas, que no vale la pena sentarse a lamentarse por cosas que son de fácil resolución. Dios no deja en nuestras manos nada que no podamos resolver. Y así es.
  2. Soltarme el cabello. Es toda una cuestión aquella que gira sobre el cabello amarrado con el ganchito. Vale, vale, a veces me da calor y me incomoda. ¡Pero tengo cabello de súper modelo! ¿Qué me pasa? (modestia aparte, pero saben que sí) Debería tenerlo suelto todo el tiempo y lucirlo y sentirme feliz. Quizás soltarme el cabello hace que me suelte yo un poquito más, así que...
  3. No ser tan rígida. Las opiniones de los otros son tan válidas como las mías y su visión del mundo, hasta mejor que la mía, que ya está tan cansada, deprimida e infeliz. Voy por la visión del mundo de los otros para volver a tener una propia feliz. Debo permitirme llenar mi corazón otra vez de las bondades que me brindan las personas que amo. Para eso las amo, para que me llenen y yo poder llenarlas a ellas.
  4. Sentirme libre. No hay nadie que me prohíba nada excepto yo misma. Entonces tengo que dejar de prohibirme cosas y sencillamente sentirme feliz por las cosas que mi alma pide y sin avergonzarme por ello.
  5. Mantener contacto con mis amigos y familiares. Desde que llegué de México me he dado cuenta de la importancia que tiene mi familia en mi vida, y sin embargo me cuesta mucho escribir mails y llamar de vez en cuando, así que este propósito es dem importante para mi. Mis amigos entran en el grupo "familia".
  6. Ser mejor amiga. No further explanations.
  7. Estudiar. Mucho. Es mi meta graduarme con mención... Estará difícil sin duda, pero lo voy a intentar... Lo voy a intentar, y para esto debo...
  8. Enamorarme nuevamente de mi carrera.
  9. Hacer tiempo para mi. Hacer Yoga, o danza árabe, o algo, lo que sea... Ejercicio, mi alma pide ejercicio. Mi fuerza de voluntad, no tanto. Así que el propósito es hacer acopio de energía para tener fuerza de voluntad.
Creo que no tengo más... Si se me ocurre alguno por ahí, lo iré postenado, porque ¿quién dice que los propósitos tienen que ser de año nuevo?

¿Y qué carro tienes?

Me arrepentí después de haber hecho la pregunta. No tanto como que me arrepentí, sino que pensé que era pregunta sin sentido.

De pronto, me he convertido en una "persona mayor" y no me había dado cuenta. Cuentan en el Principito, que las personas mayores preguntan por los carros y el valor de las cosas, y que los niños en cambio preguntan por cosas con más esencia y con mucho más sentido.

Entonces me volví una persona mayor. ¿Qué carro tienes? El absurdo total.

Lo peor (o lo mejor, la verdad) es que el asunto del carro nunca me ha importado. Mi novio no tiene carro. Mi ex tampoco tiene carro, y mi primer novio tiene un Corsita tres puertas. Bonito, sincrónico y genial.

La verdad es que extraño la comodidad de tener novio con carro. Porthos me buscaba y me traía a todos lados. Era la cosa más genial del mundo compartir ese tiempo juntos, o al menos así lo era para mi. Supongo que ahora que manejo, considero que calarse la cola para llegar a mi casa en un carro sincrónico a veces puedes ser una real tortura y un acto demostrativo de verdadero amor, pero bueno, la compañía era buena, y eso era lo que importaba.

Y ahora soy yo la novia con carro y sé apreciar las comodidades del asunto. Generalmente los momentos son muy buenos, pero sinceramente debería tomar de Porthos el buen humor con el que se toreaba las colas y estaba feliz sin embargo. Yo no lo logro. Tengo que ser más como los niños y no como las absurdas personas mayores.

Y dejar de hacer preguntas como ¿qué carro tienes? Y hacer otras más lógicas como ¿cuál es tu color favorito? ¿Qué es lo que más te gusta de arreglar aviones?

¿Estás dispuesto a calarte una cola conmigo de copiloto?

lunes, 3 de enero de 2011

La cota mil

Es una de las autopistas de Caracas. Límite de velocidad, 80 km por hora en el canal rápido, 60 en el canal lento... Claro.

Es mi autopista favorita en el mundo. Tantos recuerdos.

No sólo es visualmente hermosa ya que se encuentra a las faldas del cerro Ávila, sino que es una autopista para memorizar. La Av. Boyacá es impredescible, curvilínea, magnífica. Tal cual como todas queremos ser. Y por lo tanto tremendamente divertida y peligrosa.

Recorrerla a toda velocidad es de nuestras actividades favoritas. Poníamos música, bajábamos los vidrios, ella manejaba y cantábamos. Gritábamos más bien. Y hacíamos muchos gestos con las manos, y nos reíamos y volvíamos a gritar.

Recuerdo una tarde en la que salimos con el único propósito de transitar por la cota mil. Esta vez no era feliz. El viento producido por la velocidad logró secar mis lágrimas... Y al mismo podía llorar tranquila sin temor a ser escuchada o juzgada. Ella sólo manejó y escuchábamos esta canción de Los Fabulosos Cadillacs y Celia Cruz, y yo podía sentirme desgraciada y feliz al mismo tiempo.

Unos 4 años después volví a la cota mil. Esta vez yo al volante, a una prudente menor velocidad debido a mi corta experiencia.

Me atreví... Regresaba a casa y en vez de agarrar el camino de siempre, seguí derecho por la autopista Francisco Fajardo para empalmar con la Boyacá.

Y allí estaba yo. Mi carro, sincrónico, genial para momentos como ese. The Killers y la Vida Bohéme. La vía absolutamente libre. 100 km/h. Y una absurda euforia y felicidad.

Estaba más viva que nunca y lo sabía. Más hermosa y más frágil. Más Princesa y más importante. Y así fui yo durante esos maravillosos 7 minutos desde la Urbina hasta la Castellana, y de regreso también fuí así.

Y llegué feliz. Como no había llegado en tanto tiempo.

Sobre la lluvia y la epifanía de Grace...

Éramos las de siempre. Después de haber pasado una semana estudiando como unas verdaderas nerdas. Éramos Japón.

El lugar, la Universidad Simón Bolívar. La ocasión, USBMUN.

Llovía, a cántaros. Y esperábamos por mi madre que venía por nosotros.

Ya nos habíamos mojado tratando de llegar de un lugar a otro en la tan mal diseñada Universidad, y yo me harté de quedarme parada y tiesa pegada a un murito para no medio mojarme y decidí mojarme por completo...

Me quité los tacones, la cartera, las carpetas y lo dejé todo en el murito... Y agarré la mano de Cochi e hice que se mojara también. Bailamos Juan Luis Guerra bajo la lluvia. Y luego, cual efecto dominó todas hicieron lo mismo... Libby, Grace, Valerita, Andrea creo que Isa... Fue hace tanto que ya ni recuerdo a todos los que estábamos allí.

Dejamos los tacones y bailamos entre todas (y con Cochi) y cantábamos, porque claro, la música estaba en nuestra mente y en lo poco que podíamos reproducir bajo el sonido de la lluvia y la mirada de los incrédulos y envejecidos adolescentes.

Bailábamos bajo la lluvia y no había mejor momento que ese. La grama hecha lodo entre nuestros dedos, la lluvia congelada, la falda blanca ajustada a mis piernas, el sweater negro empapado y el cabello goteando.

En ese momento me sentí poderosa, feliz, sexy, espectacular, amiga, confidente, hermosa.

Ha sido de los momentos más felices y más geniales de mi existencia.

Gracias Grace. Te quiero. Por recordarme siempre la existencia de las pequeñas cosas que tu misma no logras ver a menos de que la lluvia te pegue en la cara. Como a mi.

Y es que en ese momento fuimos felices sin mengua. Era un estado de euforia increíble, fuera de este mundo, como la lluvia margariteña de Grace.

Y voto por que no sólo la lluvia ni el orden del cuarto nos haga sentir así. Sino el sol y la esporádica nube. El clima y los jeanes. El cabello suelto y las cholas en los pies.

Dame...

Esto lo escribí el 9 de diciembre de 2009, para alguien que juega un papel muy importante en mi vida y en mi crecimiento personal.

¿Sabes cuando te ponen tu primera ampolla de Bencetacil y tu mamá te dice que si se pudiera, preferiría que se la pusieran a ella? Ese amor desinteresado que uno no entiende cuando es niño, porque después de que te dejas pullar, hubieses deseado que tu mamá efectivamente se la pusiera por ti.

Pero ya cuando creces y ves que tu mami se siente muy mal, o que tu hermana está ardiendo en fiebre, o que tu amiga está llorando, quisieras ser tu la que pase por eso y no ellos. Quisieras poner la nalga para que te pullen a ti y no a ellos.

Hoy lo que más deseo es que me des tu dolor. Que lo envuelvas en una bolsa amarilla y me lo des completo y lo sufro yo por ti. Total, yo ya estuve allí, ya sé cómo es, ya sé que eventualmente va a pasar, y ya sé que no me voy a morir en el intento.
Quisiera llorar tus lágrimas, clamar tus gritos, hundirme en tu depresión. Quisiera ser yo la del dolor en el pecho y el ardor en la piel. Quiero ser yo la que se sienta fea y triste, quisiera ser yo la que se sienta hundida y desesperada.

Quiero ser yo la que odie mi cama al despertar, y mi baño al cepillarme los dientes, y mi cepillo de dientes también. Quiero ser esa que no pueda salir ni siquiera al ascensor sin sentir el nudo en la garganta y las ganas de devolverme a mi cama para hacer más nada más nunca jamás.

Quiero que sea mi familia la que sufra mi dolor y no la tuya, quiero que sea mi alma la que se sienta rota y desgraciada y no la tuya.

Quiero ser yo la que diga ¡Basta! con esta depresión y me consuma el estudio para no pensarte nunca jamás, y quiero ser yo la que guarde con rabia todo lo que me recuerde a ti y empiece a odiarte antes de volverte a amar, para luego poder soportar tu presencia y entender que pronto, después de 4 meses pueda ser tu amiga.

Dame todo tu dolor. Yo lo cargo. Te amo. Te hice daño. No me importa. Yo lo cargo.

Discúlpame.