lunes, 3 de enero de 2011

Sobre la lluvia y la epifanía de Grace...

Éramos las de siempre. Después de haber pasado una semana estudiando como unas verdaderas nerdas. Éramos Japón.

El lugar, la Universidad Simón Bolívar. La ocasión, USBMUN.

Llovía, a cántaros. Y esperábamos por mi madre que venía por nosotros.

Ya nos habíamos mojado tratando de llegar de un lugar a otro en la tan mal diseñada Universidad, y yo me harté de quedarme parada y tiesa pegada a un murito para no medio mojarme y decidí mojarme por completo...

Me quité los tacones, la cartera, las carpetas y lo dejé todo en el murito... Y agarré la mano de Cochi e hice que se mojara también. Bailamos Juan Luis Guerra bajo la lluvia. Y luego, cual efecto dominó todas hicieron lo mismo... Libby, Grace, Valerita, Andrea creo que Isa... Fue hace tanto que ya ni recuerdo a todos los que estábamos allí.

Dejamos los tacones y bailamos entre todas (y con Cochi) y cantábamos, porque claro, la música estaba en nuestra mente y en lo poco que podíamos reproducir bajo el sonido de la lluvia y la mirada de los incrédulos y envejecidos adolescentes.

Bailábamos bajo la lluvia y no había mejor momento que ese. La grama hecha lodo entre nuestros dedos, la lluvia congelada, la falda blanca ajustada a mis piernas, el sweater negro empapado y el cabello goteando.

En ese momento me sentí poderosa, feliz, sexy, espectacular, amiga, confidente, hermosa.

Ha sido de los momentos más felices y más geniales de mi existencia.

Gracias Grace. Te quiero. Por recordarme siempre la existencia de las pequeñas cosas que tu misma no logras ver a menos de que la lluvia te pegue en la cara. Como a mi.

Y es que en ese momento fuimos felices sin mengua. Era un estado de euforia increíble, fuera de este mundo, como la lluvia margariteña de Grace.

Y voto por que no sólo la lluvia ni el orden del cuarto nos haga sentir así. Sino el sol y la esporádica nube. El clima y los jeanes. El cabello suelto y las cholas en los pies.

2 comentarios:

  1. Ese dia fue geniaaaal!! Espero tengamos dias geniales como ese sin necesidad de esperar a la lluvia.

    Propósito de año nuevo!

    Te quiero fab

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  2. Se les olvidó la parte del tropel entrando en el Mac de La Trinidad, desesperadas por un baño, todas metidas en mi carrito, empapadas y risueñas. A pesar de la premura por el sanitario, me divertí mucho con tanta juventud gritona, mojada y sonriente. Y no hace falta el año nuevo. Igual, siempre estamos estrenando: un mes, una semana, un día, una hora, un minuto. ¡Las quiero, chiquitas!

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