miércoles, 6 de enero de 2010

El plan perfecto...

íbamos a comer helados en la Heladería de la Nonna, yo iba a llegar a las 5. Llegué a las 5.30. Aparentemente sí existe alguien más puntual que yo, y que eso exista me desquicia un poco. Suelo ser yo la que espera...

El cielo amenzaba lluvia y yo no quería caminar. Se me iban a dañar los zapatos y mojar los pies y la ciudad no estaba bonita para caminar. Y a él se le ocurrió el plan perfecto.

-"¿Qué tal si vamos a mi casa y vemos una película?"- me dijo. y se me iluminó la cara porque realmente era lo único que quería hacer. Cuando el clima está así, lo mejor es ver una película acurrucado con el otro, así que a eso fuimos.

En el camino fuimos a compar cotufas y yo fui directo a las cotufas de microondas. Cuál es su sorpresa cuando se entera de que en mi vida había comido cotufas de verdad, de esas que pones en la ollita con aceite y las escuchas reventar contra el metal. Son demasiado sabrosas... Después de eso odio las cotufas de microondas. Pero en fin, compramos un litro de jugo de naranja natural todo dulcito, fuimos a su casa, él hizo de esas cotufas, sacó el colchón de su hermano al piso de la sala para poder ver la peli en la computadora, nos acostamos y vimos Philadelphia. O bueno, eso intentamos. Yo me tuve que ir antes de que terminara.

Fue el plan perfecto. Fue increíble, por que "han pasado días y más días desde el primer día" y sigue siendo increíble. El calificativo perfecto, como le llamó él.

Increíble. Sí, increíble.

1 comentario:

  1. Aw! Super romántica esta historia... jajaja tan cotidiana... pero tan romántica...

    ResponderEliminar