miércoles, 7 de julio de 2010

Instrucciones para viajar en autobús

Viajar interestatal en un bus de esos ejecutivos, no debería ser una proeza. Sencillo: se dirige a la estación, compra su boleto, está 45 minutos antes de la hora de salida, se sube, duerme y llega a su destino. Simple.

Ojalá y fuese tan sencillo.

Previo al viaje: lea las condiciones del contrato detrás del boleto. Uno de los porteros se puede poner necio y no dejarle subir como equipaje de mano un bolso que necesite, y que en efecto pueda subir al autobus. Pero usted, acostumbrado al dependiente irracional, se volvió irracional también y dejó el bolso en la cabina de equipaje y se montó en el bus, por no discutir. Grave error. Así que importante. Lea las condiciones del contrato.


La ropa de viaje: debe irse abrigado. No crea que por que sale de Caracas y va a llegar a Puerto Ordaz, o algún otro destino caluroso de este agraciado país, usted se puede ir ligero de ropa. Al contrario, usted debe hacer de cuenta como que va a llegar a la ciudad de Montreal en pleno invierno. Seguidamente le detallo: en la parte superior de su cuerpo, debe llevar una camisa cuello tortuga, un sweater ligero, y por encima un sweater de esos que uno obtiene por graduarse de la universidad, o en su defecto, de esos que se consiguen en las tiendas gringas tipo GAP o Abercrombie. Es importante que este sweater cuente con capucha y bolsillos de esos para meter las manos.
En las piernas, un jean NO es suficiente. Usted debe usar por debajo del bluejean de esas lycras que ahora llaman leggins. Créame, no exagero. El frío que hace en el autobús es una verdadera mentada de madre.
Ahora, en los pies, un solo par de medias, como se podrá imaginar es como si no tuviese medias, así que le recomiendo llevar un par de más. Y si tiene de esas medias de lana que eran de su abuela, se las recomiendo también. Si es alérgico a la lana como quien escribe, pues está jodido. El algodón es una tela que por naturaleza tiende a enfriar y no a calentar. Así que usted estará destinado a pasar 9 horas de viaje con los pies fríos. No se haga esperanzas. Serán 9 horas de pies helados.

El equipaje de mano: además de su billetera, estuche de maquillaje, papel de baño y esas cosas necesarias, debe llevar adicionalmente una cobija, para usted y para su acompañante .Este asunto de la cobija es de capital importancia. Hay personas que se las arreglan para llevar un edredón y si usted logra hacerlo caber en un bolso de mano, hágalo. No lo dude por un instante.

Además, debe tomar en cuenta que los autobuses pueden no estar en sus mejores condiciones y puede ocurrir que los ductos del aire acondicionado no cuenten con ventilas. Es decir, sea solo un hueco de donde sale un montón de aire frío, así que usted debe ingeniárselas para tapar este hueco, porque sino su estancia en el autobus será más penosa aún, ya que además, en este ducto de aire acondicionado, algún "ciudadano" se las arregló para introducir un papel con un chicle dentro. Así que usted debe retirar esto con sumo cuidado de modo que sus dedos no toquen el asqueroso chicle, y poner en el gigantesco hueco, algo que obstruya el paso del aire.

Una vez hecho esto, no se haga muchas esperanzas ya que por las cornetas de donde se supone que sale el sonido, no sale sonido sino más aire helado, así que, nuevamente, usted está jodido. Aún cuando removió el chicle, tapó los huecos con papel toilette y se acomodó debajo de toda su ropa, cobija y novio, igual va a sufrir un frío intenso, ya que las rejillitas esas de mierda por donde se supone que sale el sonido, son imposibles de tapar.

Durante el viaje: intente acomodarse lo mejor posible mientras el autobus no ha salido hacia su destino. Si usted mide menos de 1.60 m, usted va a necesitar algo en donde apoyar sus pies, de modo que no quede un hueco gigante entre su espalda y el asiento y pueda sentirse relativamente cómodo en el asiento-cama.
Ahora bien, no intente ver la película, porque pueden ocurrir dos cosas: la película pueden ser las últimas aveturas de Jackie Chan, o si se deciden en poner una agradable comedia gringa, ésta se va a dañar en la mitad, y nadie la va a arreglar ni pedir disculpas por la molestia.
Por otro lado, ni se moleste en intentar dirigirse al conductor asistente para que arregle el inconveniente. Si le toca la puerta, es como si el no estuviese allí para servirle. NO existe. NO hay forma de comunicarse con ellos. Ni lo intente. Si tiene una emergencia, confíe en la divina Providencia, porque en los seres humanos, ni de vaina.

Al llegar: sea agradecido con Dios por los agradables 30° C que hay fuera del autobus. Usted sentirá una sensación maravillosa una vez que vuelva a sentir sus pies y pueda empezar a desnudarse cual cebolla.
Fíjese que la marca del autobus es Buscar y no Frigidaire, y que las últimas nueve horas las pasó dentro de un vehículo y no dentro de un refrigerador.

En fin, en Aeroexpresos Ejecutivos no tienen ni la más mínima idea de lo que significa prestar un servicio, y tampoco saben que los pasajeros somos personas y no ganado, pero ni modo, a falta de competencia, y como dice mi abuela "estos son los bueyes que hay, y con ellos hay que arar".

2 comentarios:

  1. Cariño: Si no fuera porque los he padecido, me hubiera reido mucho más. Tu relato es perfecto. Te adoro.

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  2. Ahora veo que los viajes entre dos ciudades no son tan diferentes en Venezuela o en mi país (Bolivia). Sólo que aquí, puede ocurrir que compres un pasaje para un bus "ejecutivo" y a falta de quórum tengas que montarte en una chatarra tal que si no eres católico te vuelves por que te pasas el viaje rogando a todos los santos llegar enterito.

    100% disfrutable tu post.

    Saludos desde el centro de sud américa.

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